lunes, 2 de mayo de 2016

26 DHARANI


En ese momento, el bodisatva Rey de la Medicina se levantó de su asiento, se descubrió el hombro derecho, unió las palmas de sus manos y, mirando al Buda, le dijo:
—Honrado por el Mundo, ¿cuántos méritos obtendrán los buenos hombres y las buenas mujeres que puedan aceptar y practicar el Sutra del loto, leerlo y recitarlo, ahondar en su significado o transcribir los rollos del sutra?
El Buda dijo al Rey de la Medicina:
—¿Qué opinarías tú de los buenos hombres y las buenas mujeres que dieran ofrendas a budas numerosos como los granos de arena de ocho billones de nayutas de ríos Ganges? ¿No dirías que el mérito obtenido por ellos es realmente grande?
—Muy grande, Honrado por el Mundo.
—Los buenos hombres y las buenas mujeres —dijo el Buda— que, con respecto a este sutra, puedan aceptar y practicar aunque sea una estrofa de cuatro versos, leerlo y recitarlo, entender su significado y practicarlo tal como indica el sutra, recibirán una enorme cantidad de beneficios.
En ese momento, el bodisatva Rey de la Medicina dijo al Buda:
—Honrado por el Mundo, ahora daré conjuros de dharanis a aquellos que prediquen la Ley, para que los custodien y protejan.
Y entonces, pronunció estos conjuros:

anye manye mane mamane chitte charite shame shamitavi shante mukte muktame same avishame sama same kshaye akshaye akshine shante shame dharani alokabhasha pratyavekshani
nivishte abhyantaranivishte atyantaparishuddhi ukule mukule  arade


parade shukakshi asamasame buddhavilokite dharmaparikshite samghanirghoshani bhasyabhasya shoddhi mantra mantrakshayate rute rutakaushalye akshara akshayataya abalo amanyanataya1

»Honrado por el Mundo, estos dharanis, estos conjuros sobrenaturales, son pronunciados por budas numerosos como los granos de arena de sesenta y dos millones de ríos Ganges. ¡El que ataque o lastime a estos maestros de la Ley habrá injuriado y atacado a todos esos budas!
En ese momento, el buda Shakyamuni elogió al bodisatva Rey de la Medicina con estas palabras:
—¡Excelente, excelente, Rey de la Medicina! Guardas en tu corazón compasivo a estos maestros de la Ley, los amparas y custodias, y por esa razón pronuncias tales dharanis, que proporcionarán grandes beneficios a todos los seres vivos.
En ese momento, el bodisatva Valeroso Dador dijo al Buda:
—Honrado por el Mundo, yo también pronunciaré dharanis para amparar y proteger a quienes lean, reciten, acepten y proclamen el Sutra del loto. El maestro de la Ley que adquiera estos dharanis se verá a salvo, aunque sus defectos fueran descubiertos por yakshas, rakshasas, putanas, krityas, kumbhandas o espíritus hambrientos, y estos quisieran aprove- charse de sus falencias.
Y entonces, en presencia del Buda, pronunció estos conjuros:

jvale mahajvale uke muke ate atavati nrite nritavati itini vitini chitini nritini nrityavati

»Honrado por el Mundo, estos dharanis, estos conjuros sobrenatura- les, son pronunciados por budas numerosos como los granos de arena del río Ganges, y todos ellos responden con alegría. ¡El que ataque o lastime a estos maestros de la Ley habrá injuriado y atacado a todos esos budas!
En ese momento, el rey celestial Vaishravana, protector del mundo, dijo al Buda:
—Honrado por el Mundo, yo también pienso compasivamente en los seres vivos, y custodio y protejo a estos maestros de la Ley. Por eso, recito estos dharanis.

1. La romanización con signos diacríticos aparece en la p. 347.


Y a continuación, pronunció estos conjuros:

ade nade nunade anadu nadi kunadi

»Honrado por el Mundo, con estos conjuros sobrenaturales, escudo y protejo a los maestros de la Ley. También resguardaré y protegeré a los que proclamen este sutra; estos, gracias a mis recaudos, no sufrirán daño o declinación en un área de cien yojanas.
En ese momento, el rey celestial Defensor de la Nación, quien se encontraba en la asamblea con una hueste de miles, decenas de miles, millones de nayutas de gandharvas que lo rodeaban y lo reverenciaban, avanzó hasta el lugar donde estaba el Buda y, con las palmas de sus manos unidas, le dijo:
—Honrado por el Mundo, yo también emplearé dharanis, conjuros sobrenaturales, para escudar y proteger a quienes practiquen el Sutra del loto.
Y a continuación, pronunció estos conjuros:

agane gane ghori gandhari chandali matangi janguli vrusani agasti

»Honrado por el Mundo, estos dharanis, estos conjuros sobrenaturales, son repetidos por cuarenta y dos millones de budas. ¡El que ataque o lastime a estos maestros de la Ley habrá injuriado y atacado a todos esos budas!
En ese momento, estaban allí las hijas de los demonios rakshasas; la primera de ellas, llamada Lamba; la segunda, llamada Vilamba; la ter- cera, Dientes Torcidos; la cuarta, Dientes Floridos; la quinta, Dientes Negros; la sexta, Peluda; la séptima, Insaciable; la octava, Portadora de Collares; la novena, Kunti, y la décima, Ladrona de la Vitalidad de To- dos los Seres Vivos. Estas diez hijas de rakshasas, junto a la Madre de las Demonios, a su prole y a sus asistentas, fueron hasta el lugar donde se en- contraba el Buda y le hablaron al unísono con estas palabras:
—Honrado por el Mundo, nosotras también queremos escudar y proteger a quienes lean, reciten, acepten y proclamen el Sutra del loto, y mantenerlos a salvo de todo daño o decadencia. Si alguien intentara averiguar las falencias de estos maestros de la Ley y aprovecharse de ellas, nosotras haremos que tal cosa les resulte imposible.
Y entonces, en presencia del Buda, pronunciaron estos conjuros:


iti me iti me iti me ati me iti me nime nime nime nime nime ruhe ruhe ruhe ruhe stahe stahe stahe stuhe stuhe

»Aunque se trepe a nuestras cabezas, ¡nunca podrá molestar a los maes- tros de la Ley! ¡Jamás los perturbará, ya sea un yaksha o un rakshasa, un espíritu hambriento o un putana, un kritya, un vetada o un skanda, un umaraka o un apasmaraka, un yaksha kritya o un kritya humano, se trate de un acceso de fiebre, o de un día, dos días, tres días, cuatro o hasta siete días de fiebre constante, ya sea que tenga forma de hombre o de mujer, de muchacho o de muchacha!
Entonces, en presencia del Buda, entonaron los siguientes versos:

—A aquellos que no respondan a nuestros conjuros y molesten y perturben a los que predican la Ley,
la cabeza se les partirá en siete pedazos, como las ramas del árbol de arjaka.
Su crimen será como el de aquel que mata a sus padres, o exprime aceite,
o engaña a los semejantes al medir y pesar,
o divide la Orden de monjes, como lo hizo Devadatta.
¡Todo aquel que cometa un crimen contra estos maestros de la Ley será responsable de culpas como estas!

Cuando las hijas de los rakshasas hubieron pronunciado estos versos, dijeron al Buda:
—Honrado por el Mundo, usaremos nuestros cuerpos como escudo para proteger y resguardar a quienes acepten, proclamen, lean, reciten y practiquen este sutra. Nos ocuparemos de que tengan paz y tranquilidad, de liberarlos de la decadencia y el perjuicio, y de anular los efectos de cualquier hierba ponzoñosa.
El Buda dijo a las hijas de los rakshasas:
—¡Excelente, excelente! Si podéis escudar y proteger a aquellos que acepten y practiquen tan solo el nombre del Sutra del loto, vuestro mérito será incalculable. ¡Cuánto más lo será si escudáis y protegéis a quienes lo acepten y practiquen en su totalidad, a quienes ofrenden dádivas a los rollos del sutra, flores, incienso, collares, incienso en polvo, incienso en pasta, incienso para quemar, estandartes, doseles o música; a aquellos que enciendan distintas clases de lámparas: de aceite de mantequilla,


de aceite, de diversos aceites fragantes, de aceite de flores de sumana, de aceite de flores de champaka, de aceite de flores de varshika, de aceite de flores de utpala, y a quienes, de este modo, presenten cientos y miles de variedades de ofrendas. ¡Kunti, tú y tus asistentes deberéis escudar y proteger a maestros de la Ley como estos!
Cuando el Buda predicó este capítulo sobre los dharanis, sesenta y ocho mil personas comprendieron la verdad del no nacimiento.