lunes, 2 de mayo de 2016

21 PODERES SOBRENATURALES DE EL QUE ASÍ LLEGA

En ese momento, los bodisatvas que habían surgido de la tierra, nume- rosos como las partículas de polvo de mil mundos, y todos en presencia del Buda unieron las palmas de las manos con un único pensamiento, alzaron los ojos con reverencia ante el rostro del Honrado por el Mundo y dijeron al Buda:
—Honrado por el Mundo, después de que el Buda haya entrado en la extinción, en las tierras donde las manifestaciones corpóreas del Hon- rado por el Mundo estén presentes, y en el lugar donde el Buda haya pasado a la extinción, predicaremos este sutra a lo ancho y a lo largo. ¿Por qué? Porque nosotros mismos deseamos obtener esta gran Ley, verdadera y pura, para aceptarla, practicarla, leerla, recitarla, explicarla, predicarla, transcribirla y presentarle ofrendas.
En ese momento, el Honrado por el Mundo, en presencia de hombres como Manjushri y de otros incalculables cientos, miles, decenas de miles, millones de bodisatvas que llevaban muchísimo tiempo viviendo en el mundo saha, así como de monjes, monjas, laicos y laicas, seres celestia- les, dragones, yakshas, gandharvas, asuras, garudas, kimnaras, mahoragas, seres humanos y no humanos, ante todos ellos, desplegó sus grandes poderes sobrenaturales. Extendió su larga y ancha lengua hasta que llegó al cielo de Brahma, y de cada uno de sus poros emitió rayos de luz incon- mensurables, ilimitados y coloreados que alumbraron todos los mundos de las diez direcciones.
Los demás budas, sentados en sus sitiales de león, bajo numerosos árboles alhajados hicieron lo mismo que él, y extendieron sus largas y anchas lenguas, y emitieron incontables haces de luz. Cuando el buda Shakyamuni y los demás budas sentados bajo los árboles enjoyados desplegaron de ese modo sus poderes sobrenaturales, lo hicieron durante


cien mil años. Y después de eso, volvieron a extender sus lenguas, tosieron al unísono, y todos hicieron castañetas con los dedos en forma simultánea. Y el sonido de ambas acciones reverberó en todos los mundos de Buda de las diez direcciones, y en todos ellos hizo temblar y estremecerse la tierra de seis formas distintas.
Y gracias a los poderes sobrenaturales del Buda, todos los seres vivos que moran en esos mundos, los seres celestiales, dragones, yakshas, gan- dharvas, asuras, garudas, kimnaras, mahoragas, seres humanos y no hu- manos, vieron en este mundo saha a los incalculables, ilimitados cientos, miles, decenas de miles, millones de budas sentados en sitiales de león bajo numerosos árboles alhajados, y también vieron al buda Shakya- muni y a El Que Así Llega Muchos Tesoros, sentados juntos en un sitial de león en la torre de los tesoros. Además, vieron a innumerables, ilimitados cientos, miles, decenas de miles, millones de bodisatvas y de creyentes de las cuatro clases, que rodeaban al buda Shakyamuni con actitud reverente.
Cuando hubieron visto tales cosas, todos se colmaron de inmensa alegría, resultado de adquirir lo que nunca antes habían logrado. En ese momento, los seres celestiales que se encontraban en medio del cielo clamaron con voces resonantes:
—Al otro lado de estos inconmensurables, ilimitados cientos, miles, decenas de miles, millones de asamkhyas de mundos, existe una tierra conocida como el mundo saha, donde hay un buda llamado Shakyamuni. Ahora, en bien de los bodisatvas, se encuentra predicando el sutra del gran vehículo llamado el Loto de la Ley prodigiosa, una enseñanza para instruir a los bodisatvas, custodiada y conservada en la memoria por los budas. ¡Debéis responder con alegría desde lo más hondo de vuestro corazón, y hacer reverencias y ofrendas al buda Shakyamuni!
Cuando los diversos seres vivos oyeron estas voces en el cielo, unieron las palmas de sus manos, giraron en dirección al mundo saha y pronun- ciaron estas palabras:
—¡Salve, buda Shakyamuni! ¡Salve, buda  Shakyamuni!
Entonces, tomaron diversas clases de flores, incienso, collares, estan- dartes y doseles, y ornamentos, exóticas gemas y otros artículos esplén- didos que adornaban sus cuerpos, y todos los diseminaron cubriendo una enorme distancia en dirección al mundo saha. Los objetos así es- parcidos formaron cúmulos desde las diez direcciones, como se juntan las nubes en el cielo. Se convirtieron en una cortina recamada de joyas


que cubrió completamente la región donde se encontraban los budas. En ese momento, los mundos de las diez direcciones se abrieron de tal forma que fue posible pasar de uno a otro sin obstrucción, y todos juntos conformaron una sola tierra de Buda.
En ese momento, el Buda habló a Prácticas Superiores y a los demás, en la gran asamblea de bodisatvas, y dijo:
—Los poderes sobrenaturales de los budas, como habéis visto, son inmensurables, ilimitados, inconcebibles. Si, en el proceso de confiar este sutra a otros, yo empleara estas facultades sobrenaturales durante inconmensurables, ilimitados cientos, miles, decenas de miles, millones de asamkhyas de kalpas para describir los beneficios del sutra, jamás po- dría acabar de hacerlo. Para decirlo en forma concisa, todas las doctrinas que posee El Que Así Llega, todos los poderes sobrenaturales libremente ejercidos por El Que Así Llega, el acervo de todas las esencias secretas de El Que Así Llega, las cuestiones más profundas de El Que Así Llega, todas estas cosas están proclamadas, reveladas y expuestas con claridad en este sutra.
»Por esta razón, cuando El Que Así Llega haya pasado a la extinción, debéis aceptar, proclamar, leer, recitar, explicar, predicar, transcribir y practicar este sutra tal como se ha indicado, con un único pensamiento. En cualquiera de las diversas tierras, allí donde haya seres que acepten, proclamen, lean, reciten, expliquen, prediquen, transcriban o practiquen este sutra como se ha indicado, o donde se preserven los rollos de sus enseñanzas, ya sea en un bosque, en un jardín, bajo un árbol, en los albergues para monjes, en las residencias de laicos de túnicas blancas, en palacios, en valles de montaña o en extensos yermos, en todos estos lugares tenéis que erigir torres y presentar ofrendas. ¿Por qué? Porque debéis comprender que todos estos sitios son lugares de la iluminación. En estos lugares, los budas han obtenido la iluminación suprema y per- fecta; en dichos lugares los budas han hecho girar la rueda de la Ley; en tales lugares los budas han entrado en el parinirvana.
En ese momento, deseoso de manifestar su intención una vez más, el Honrado por el Mundo habló en verso y dijo:

—Los budas, salvadores del mundo, poseen grandes poderes trascendentales
y los despliegan en forma inconmensurable para complacer a los seres vivos.


Sus lenguas llegan hasta el cielo de Brahma, sus cuerpos emiten incontables rayos de luz.
En bien de los que buscan el Camino del Buda, manifiestan fenómenos como estos, muy raros de ver.
En todas las tierras de las diez direcciones resuena el estruendo de los budas al toser
y al hacer castañetas con sus dedos al unísono,
y este estridor hace temblar la tierra de seis modos distintos. Ya que, una vez que el Buda haya pasado a la extinción, habrá personas que podrán mantener este sutra,
los budas se colman de deleite
y manifiestan ilimitados poderes sobrenaturales. Como ansían encomendar este sutra,
elogian y ensalzan a la persona que lo acepte y lo proclame; aunque lo hicieran sin pausa durante kalpas inmensurables, así y todo jamás pondrían fin a sus alabanzas.
Los beneficios obtenidos por alguien así serán ilimitados e inagotables,
como el cielo infinito en las diez direcciones, cuyo límite nadie puede imaginar.
Quien pueda proclamar este sutra en verdad ya me ha visto
y, del mismo modo, ha visto al buda Muchos Tesoros
y a los budas que son las manifestaciones de mi cuerpo. Y también me está viendo hoy,
mientras enseño y convierto a los bodisatvas.
El que pueda mantener este sutra me colmará de alegría,
a mí y a mis manifestaciones corpóreas,
y al buda Muchos Tesoros, que ya ha entrado en la extinción.
También verá, ofrecerá limosnas y colmará de alegría
a los budas que están presentes en las diez direcciones, y a los de las épocas pasadas y futuras.
Quien pueda mantener este sutra tampoco tardará en adquirir
las esencias secretas de la Ley
obtenidas por los budas sentados en los lugares de la iluminación.


El que pueda mantener este sutra se deleitará interminablemente
exponiendo los principios de las diversas doctrinas y sus nombres y frases,
como un viento en el cielo abierto
que se desplaza por todas partes sin obstrucción ni barreras. Cuando El Que Así Llega haya pasado a la extinción,
esta persona conocerá los sutras predicados por el Buda, sus causas y condiciones, y su secuencia correcta,
y los expondrá de manera fidedigna, conforme a sus principios.
Así como la luz del sol y de la luna
disipa totalmente la penumbra y la oscuridad, así esta persona, a su paso por el mundo, puede erradicar la oscuridad de los seres vivos, haciendo que incalculables bodisatvas finalmente habiten en el vehículo único.
Así pues, la persona de sabiduría,
al escuchar cuán intensos son los beneficios que se pueden obtener, después de que yo haya pasado a la extinción,
deberá aceptar y proclamar este sutra. Quien lo haga accederá al Camino del Buda con toda certeza y sin ninguna duda.